Mi nombre es Eliana Reyes, tengo 38 años y soy madre cabeza de familia de unos hermosos gemelos de 6 años. Nací en Colombia, un país lleno de calidez y cultura, ahora vivo en Estados Unidos, el país de las oportunidades, aunque también de grandes retos y desafíos.

Desde joven, siempre he tenido un espíritu emprendedor. En el colegio, era la que vendía dulces, ropa, accesorios y cualquier cosa que pudiera generar ingresos. Esa mentalidad me acompañó cuando llegué a este país, como muchas otras personas, con la necesidad de empezar desde cero. Mi primer trabajo fue en el sector más común para muchos inmigrantes: Limpiando hoteles. Luego conseguí un empleo en un restaurante haciendo jugos y luego mesera.

Mi vida cambió por completo cuando supe que estaba embarazada de gemelos, un embarazo que resultó ser de alto riesgo. Tuve que dejar mi trabajo y pasar tres meses bajo estricta supervisión médica en la clínica. Fue un momento difícil y desafiante, pero también me llenó de esperanza y motivación para encontrar nuevas formas de salir adelante.

Durante ese tiempo, decidí aventurarme en el mundo del emprendimiento digital. Abrí una tienda virtual donde vendía fajas y jeans colombianos. Sin embargo, enfrenté mi primera gran frustración: nadie compró. No tenía experiencia manejando redes sociales ni estrategias de marketing, y para colmo, lidiaba con las hormonas y el estrés de un embarazo complicado. Luego decidí adaptarme: comencé a gestionar mi negocio desde casa y a realizar entregas a domicilio, llevando a mis hijos conmigo. También trabajé de noche en Amazon para cuidar de mis gemelos durante el día.

En mi intento por encontrar estabilidad, volví a tocar puertas en restaurantes y oficinas, pero enfrenté el rechazo que muchas madres con hijos pequeños conocen. Los horarios no se ajustaban y el apoyo para el cuidado era limitado y muy costoso. A pesar de estas dificultades, una nueva oportunidad llegó: abrir mi propia tienda física. Fue un proyecto hermoso y lleno de enseñanzas, pero después de cuatro años de esfuerzo y lucha, tuve que cerrarla en diciembre de 2024.

Aunque sentí un alivio al recibir la oportunidad de trabajar para una entidad del gobierno americano —el sueño de muchos—, después de nueve meses de estabilidad, mi contrato fue pausado hasta nuevo aviso. Este golpe me llenó de incertidumbre y desesperación. ¿Qué haría ahora sin lo que consideraba lo más seguro?

Esa experiencia, sin embargo, se convirtió en el motor que necesitaba para reinventarme y lanzarme nuevamente al mundo digital. Ahora con una herramienta que no tenía hace seis años y una determinación renovada. A pesar de sentirme frustrada, con baja autoestima y decepcionada de haber cerrado mi negocio físico, he encontrado en mis vivencias la fuerza para seguir adelante.

Hoy, este nuevo proyecto no solo es una manera de transformar mi vida, sino también la de muchas personas. He decidido invertir en mí misma, crecer personal y profesionalmente, y dejarles a mis hijos un legado que les recuerde siempre que "Sí se puede, y aunque nos caigamos, siempre se puede volver a empezar desde cero."

Es por eso que quiero compartir contigo esta oportunidad increíble que podría ser justo lo que has estado buscando. Estoy convencida de que, si te atreves a creer en ti mismo, mantienes una mentalidad positiva y te comprometes a dar el paso, ¡el éxito será tuyo! Lo prometo. Y no estarás solo en este camino: estaré aquí para apoyarte, junto con una comunidad maravillosa de personas que están decididas alcanzar el sueño de tener su propio negocio y tener INDEPENDENCIA FINANCIERA. ¡Es tu momento, no lo dejes pasar!